Desde Calama, Alejandro vuela a La Serena, una ciudad costera conocida por sus viñedos que se benefician del clima templado del Pacífico. Al llegar, Alejandro es recibido por la brisa marina y un paisaje de viñas que se extienden hasta el horizonte. En La Serena, Alejandro visita viñedos que cultivan variedades como Sauvignon Blanc y Chardonnay, caracterizadas por su frescura y acidez equilibrada. Los enólogos locales le explican cómo el clima costero, con sus días soleados y noches frescas, contribuye a la formación de aromas frutales y cítricos en los vinos blancos. Alejandro también explora las bodegas subterráneas, donde los vinos se envejecen en condiciones óptimas de temperatura y humedad. Fascinado por la influencia del océano en los vinos de La Serena, Alejandro decide que estos vinos frescos y vibrantes serán una parte esencial de "Estrella Andina". Con una nueva apreciación por los matices que el clima costero aporta a los vinos, Alejandro se prepara para continuar su viaje.